Conociendo la Misión Transcultural

¿Es la misión transcultural parte de la iglesia de hoy? ¿Debe un creyente local conocer lo que es la misión transcultural? ¿Debo ocuparme de la misión transcultural aunque no tenga un llamado a misiones transculturales? Saludos y BIENVENIDO nuevamente a tu sección de Conociendo de Misiones. Permíteme hoy compartir algunas porciones de un excelente artículo del pastor Carlos Scott en relación a esta temática. Te invito a reflexionar sobre este tema. En un mundo globalizado como el que vivimos, la iglesia necesita tener un concepto claro y amplio de lo que es su misión.

“Cuando hablamos sobre la misión transcultural primeramente estamos hablando de la misión de Dios (missio Dei). Dios es un Dios misionero. La misión existe simplemente porque Dios ama a las personas. Dios quiere rescatar a la humanidad de su deshumanización en lo moral, espiritual, físico, intelectual, social, económico, político y cultural. El establecimiento de su reino es la misión de Dios. Podemos concebir a la misión como un movimiento de Dios hacia el mundo donde la Iglesia es un instrumento para esa misión. La iglesia tiene el privilegio de participar, pero la misión no es suya y no le pertenece a ningún proyecto privado. «La Iglesia se encuentra al servicio del movimiento de Dios hacia el mundo».
La misión transcultural implica extendernos a todas las etnias de la tierra ocupándonos de los diferentes aspectos de la vida de la gente. La iglesia es el agente de la misión no su meta. La iglesia no es el reino de Dios sino su comunidad. La iglesia es comunidad del reino de Dios que participa en la misión universal (transcultural). La iglesia no existe para sí misma sino para servir a la humanidad y anunciar la inauguración del reino de Dios en la persona de Jesucristo. La iglesia es misionera por su naturaleza, dimensión e intención.
Algunos pueden entender la misión transcultural en términos de plantar iglesias en otras latitudes como también en salvar a los individuos de la condenación eterna, otros la pueden percibir en categorías eclesiásticas, como la expansión de la Iglesia o de una denominación específica cruzando barreras geográficas y culturales. Pero si vamos a entender el evangelio y la misión conforme a toda la escritura de Génesis hasta Apocalipsis, lo tendremos que entender enfáticamente como “bendición a todas las etnias” en lo espiritual, físico y material abarcando los aspectos sociales, culturales, políticos y económicos. Al hablar de misión transcultural estamos hablando de un mensaje integral de salvación que no conoce fronteras de ningún orden y está dirigido a todo ser humano considerando la totalidad de su persona.

Por lo general hay una tensión entre lo que se denomina misión global y misión local. Muchas veces estos términos están enfrentados sin darnos cuenta que forman parte de la misma moneda. Debemos integrar las diferentes esferas según lo expresa el texto de Hechos 1:8. Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra describe las esferas o áreas de servicio donde lo local y global están integrados. Nos habla de ser testigos en forma “simultanea” y no hacer la tarea en forma secuencial. Ninguna área de servicio debe ser la más importante. Las mismas deben estar balanceadas o equilibradas dando dignidad, simultaneidad y atención a cada una.
El pacto de Lausana expresa: “La iglesia que no es misionera es en sí misma una contradicción, y apaga el espíritu”(4). Según el pacto de Curitiba «La misión no puede ser un departamento aislado de la vida de la iglesia, sino que hace parte de la propia esencia de ella, pues “o la iglesia es misionera o no es iglesia.” Así que la misión involucra a cada cristiano en la totalidad de su vida».
La iglesia ha sido llamada y enviada para participar en la misión de Dios. Los textos más conocidos son Mateo 28:18-20, Marcos 16:15, Juan 20:21, Lc. 24:46-47, Hechos 1:8, pero debemos afirmar que la Biblia entera nos da el mandato para la misión y evangelización. Debe haber una moralidad de la Fe. Implica escuchar el grito de los pobres, oprimidos y perdidos. Debemos preguntarnos: ¿Por qué todavía el 27% de la población mundial no ha tenido acceso al evangelio o escaso acceso al mismo? ¿Qué pasa con los que no han tenido conocimiento del evangelio? Nuestro mundo tiene hoy 6.4 mil millones de gente que viven en 234 naciones geopolíticas, pero en más de 16.000 etnias. De esas etnias, más de 6.600 grupos permanecen como los menos alcanzados o no alcanzados integralmente. La iglesia necesita asumir un compromiso más intencional en la evangelización mundial. John Stott dijo: “La acción sin reflexión es fanatismo en acción, pero la reflexión sin entrega es la parálisis de toda acción.”
La misión es universal (transcultural) e integral. La misión integral sin ser universal se convierte en localismo. Es etnocentrismo y egoísmo. Nos ocupamos de la gente cercana, pero no de la gente lejana. Por el otro lado, la misión universal sin ser integral se convierte en proselitismo. Corremos el riesgo de ocuparnos únicamente del aspecto religioso, personal, interno, pero sin ocuparnos de todos los aspectos de la vida humana de la gente. Dios llama a todos los creyentes a participar y comprometerse en su misión.”
NOTICIAS – “Pasos hacia el Campo” es la 2da parte del seminario SENDA GLOBAL. ¿Cómo la iglesia puede preparar a esos que Dios llama a las naciones? ¿Cuáles son los pasos que debo dar en obediencia al llamado de Dios? Esto y mucho más lo compartiremos en Senda Global 2: Pasos hacia el campo. Participa: 28 y 29 marzo en la Iglesia Discípulos de Cristo en Amelia, Guaynabo. Llámanos para darte más detalles. Contáctanos para más información: 787-941-0277; 790-0091, amieswec87@gmail.com y en www.facebook.com/amiesinternacional Bendiciones.

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