¿De qué forma podemos cuidar de nuestros misioneros sirviendo en el campo? ¿Cuáles son algunos de los retos que ellos enfrentan, las cosas que les provocan estrés? En nuestra empresa de cumplir la Gran Comisión por lo regular nos enfocamos en el lugar y las personas que queremos alcanzar con el evangelio. Eso es sumamente importante. Pero con frecuencia perdemos de vista el cuidar del misionero o la familia misionera que hemos enviado. Si cuidamos del obrero, ¿tendremos mejores resultados?
Saludos!! BIENVENIDO, BIENVENIDA una vez más a su sección “Conociendo de Misiones”. Hoy comenzaremos una serie compartiendo sobre los factores que provocan estrés en la vida del misionero en el campo transcultural.
TÚ Y LAS MISIONES– Cuidar de los misioneros en el campo es mucho más que enviarles ofrendas mensuales fielmente y escribirles un email. Necesitamos conocer un poco más de su realidad, de forma tal que podamos apoyarles con mayor efectividad. Por otro lado, si tienes llamado misionero y te estás preparando para servir en el campo transcultural, es importante que conozcas esta información. Estaré compartiendo algunos aspectos que compartió el Dr. Herbert Palomino en su conferencia sobre Cuidado Integral de Misioneros.
Entre los factores que provocan estrés en la vida del misionero está el “ver tanta necesidad y no poder llenarla”. Este es un aspecto que causa mucha frustración y sentido de impotencia. El misionero procurará buscar alternativas y depositará su confianza en el Señor. Sin embargo, esta realidad le afecta.
Algo que provoca profundo estrés es “el idioma, la comunicación en la cultura”. Hay personas con gran habilidad para aprender idiomas, pero no todos somos tan agraciados. Cuando estamos aprendiendo un idioma, siendo ya adultos, nos sentimos sumamente frustrados al no poder comunicarnos correctamente. No sentimos que somos nosotros. No solo está el aspecto de saber las palabras, cómo se dice tal cosa en el nuevo idioma. También es importante la cultura, los significados, de forma que nos podamos comunicar correctamente. Los primeros dos años de servicio en el campo por lo regular se invierte en el aprendizaje del idioma y la cultura. Es sumamente importante aprender el idioma del corazón de la gente. De lo contrario, la comunicación del evangelio no será tan efectiva. No solo queremos que se conviertan al Señor, queremos que sean discipulados y cambie su cosmovisión de la vida. En la medida que aprendemos el idioma, podremos comunicarles el mensaje del evangelio de forma más comprensible para ellos. El misionero tendrá que hacer presupuesto para tomar clases del idioma, si aplica en el lugar donde está.
Otro factor que provoca estrés son los valores y la cultura. Don Richardson sirvió en una tribu en Papua Nueva Guinea donde la traición era un valor. Al narrar la historia de Jesús, Judas era un héroe para ellos. En las culturas asiáticas y africanas los padres escogen pareja para sus hijas y se casan a cierta edad. Cuando una adulta soltera va a servir, por lo regular es cuestionada por qué sus padres o hermanos no le han conseguido marido. Por lo regular, las ofertas no faltan. En la India la mujer debe usar un arete en la nariz para significar que es una mujer honesta y de respeto. Ese arete significa que hay un padre, un esposo, un hermano que la cubre. No tener esa prenda en la nariz, significa que es una mujer que cualquiera puede agarrar. Es una mujer sin valor alguno. Las comunidades donde se practica la poligamia tendrán sus retos a la hora de establecer el evangelio. William Carey, el padre de las misiones modernas, fue impactado por la costumbre del Sati en India, donde la mujer era quemada viva cuando su esposo fallecía. El luchó fuertemente contra esta costumbre y fue uno de los que propició su abolición.
El misionero transcultural es un agente de cambio y enfrentará muchos factores de estrés. Por eso es tan importante nuestro apoyo y sustento en todas las áreas, de forma integral. Seguiremos la próxima semana.